8 de abril de 2016

MEMORIAS DE IDHÚN I: LA RESISTENCIA



Título: Memorias de Idhún I: La Resistencia
Autora: Laura Gallego García
Año de publicación: 2004
Páginas: 558
Editorial: SM

Aquí estamos, volvemos a encontrarnos después de dos meses de parada, y además justo después de proponerme volver más a menudo. No quiero que suene a excusa, pero la verdad es que el libro del que estoy a punto de hablaros se merecía un gran, gran, gran redoble de tambor. Y sin más dilación os dejo con mi opinión de uno de los libros que más me han sorprendido últimamente: "Memorias de Idhún I: La Resistencia".

Sinopsis


El día en que se produjo en Idhún la conjunción astral de los tres soles y las tres lunas, Ashran el Nigromante se hizo con el poder en aquel planeta. En nuestro mundo, un guerrero y un mago exiliados de Idhún han formado la Resistencia, a la que pertenecen también Jack y Victoria, dos adolescentes nacidos en la Tierra. El objetivo del grupo es acabar con el reinado de las serpientes aladas, pero Kirtash, un joven y despiadado asesino, enviado por Ashran a la Tierra, no se lo va a permitir.

Reseña


¿Sabéis esa situación en la que nunca habéis oído hablar de algo hasta que un día lo hacéis y desde ese momento lo oyes y/o ves por todas partes? Pues eso mismo me pasó a mí con esta novela.

La primera vez que oí hablar de Laura Gallego y de Idhún fue hace un par de años cuando una compañera, sabiendo que me gustaba la lectura y siendo la fantasía uno de mis géneros favoritos, me recomendó esta trilogía. Sin embargo, no hice mucho caso a sus palabras y aquí la explicación. Y es que tras 6 años de instituto repletos de clásicos españoles, con alguna que otra lectura soporífera (literalmente hablando), el escuchar un autor de nombre español no es que me entusiasmara demasiado.

Abro paréntesis. Como ya estamos metidos en este tema me gustaría añadir algunas cosas. Ya sé que no soy nadie para decir esto y que “La Celestina”, “El Buscón” y demás lecturas son obras maestras de nuestra literatura. Sin embargo, para un chico de 14, 15 o 16 años no son las historias más apropiadas para tomar la literatura como afición, o que puedan impulsarte a plantarte delante de un buen libro antes que delante de la caja tonta. Fin del comentario. Cierro paréntesis. 


Por suerte para mí, mi vida literaria no se ha visto limitada a las lecturas obligatorias gracias a la presencia de varias figuras que me han indicado el camino de baldosas amarillas hacia la Ciudad Esmeralda de la literatura. 

Afortunadamente mi acercamiento a Idhún no se quedó sólo en esa primera recomendación. Hace unos años, en mi incesante búsqueda de nuevas lecturas, fui a dar con el mundo de los blogs literarios y el fenómeno BookTube. Y fue ahí donde me encontré nuevamente con esta historia y con múltiples opiniones que me instaban a leerla. Así que cuando el bellísimo ejemplar (porque la belleza está en el interior, pero en este caso el exterior también es fantástico) llegó a mis manos me di cuenta de que ya no podía encontrar más excusas.


¿Y el resultado?...

Pues la verdad es que me sorprendió enormemente. Y es que aunque ya hayan pasado más de 10 años desde su publicación y que en ese tiempo no se haya parado de “innovar” en el género fantástico, esta novela no me defraudó en absoluto. Creo que ese es uno de los requisitos para convertirte en un clásico, sea del género que sea, que después de un tiempo un libro no parezca viejo y que pueda resultar igual de entretenido que el primer día.

Pero no creáis que la perfección se consigue tan fácilmente. La autora, Laura Gallego, empezó a tejer este mundo cuando apenas contaba 14 años. Pero, al igual que yo, sabía que esta historia era de esas que hay que dejar madurar. Y durante la espera siguió creando muchas otras historias, algunas de las cuales quedaron en simples manuscritos. Hasta que en en el enero de 2004 por fin pudo ver publicada la primera parte de su trilogía sobre Idhún.


Normalmente cuando empiezo una novela, tardo bastante tiempo en engancharme, y más aún si me encuentro ante una saga, ya que sé que la primera mitad de esta va a ser introductoria. Tenemos que conocer a todos los personajes, su historia, sus miedos... Sin embargo, en "La Resistencia" la acción comienza en la primera página, nada más leer las primeras líneas ya sabes que algo "gordo" va a suceder. Puede que a veces los secretos y la intriga fueran algo evidentes, pero no es algo que haya hecho que me fascinara menos.

Una de las cosas que más me sorprendió del libro fue su descripción que casi rozaba la perfección. Tanto es así que, antes de que terminara el primer capítulo, ya tenía en mi cabeza una imagen perfecta de lo que ante mí se presentaba. Personajes y paisajes ya no eran simples palabras en un libro, sino que formaban una película de lo más colorida que pasaba ante mis ojos. Y aunque bien esta historia tiene todo lo necesario para pasar a la pantalla, creo que parte de su magia y encanto radica en que nuestra imaginación, con ayuda de las palabras de Laura, haga de las suyas y nos transporte a este nuevo mundo.

Por todo esto debo disculparme. Así que lo siento Laura Gallego por no haber confiado en ti desde un primer momento, pero sobre todo lo siento "yo del pasado", por no haberte dado la oportunidad de disfrutar de esta maravillosa historia mucho antes.



El gran éxito que ha conseguido la trilogía no ha encontrado barreras, siendo traducida a gran variedad de idiomas y consiguiendo fans o "idhunitas" por todo el mundo. Tanta ha sido la repercusión del universo que su historia ha traspasado formatos y ha sido llevada al mundo de la novela gráfica. 

Seguro que muchos idhunitas celebrarían el décimo aniversario hace un par de años, con motivo del cual se publicó "Enciclopedia de Idhún" con todos los secretos, la historia y multitud de datos para los más curiosos. Incluso se llegó a rodar un documental para esta fecha tan especial en el cual participan algunas caras conocidas, entre ellas la de Laura Gallego (el enlace aquí).

Estoy contenta porque se que que mi aventura en Idhún no ha acabado aquí y espero volver a encontrarme con Jack, Victoria y Kirtash en un futuro cercano.


Calificación: 4 / 5


“No veo por qué tienes que amar a una sola persona, si en tu corazón hay espacio para dos. No me perteneces. Tan solo me pertenece lo que sientes por mí. Pero tú puedes sentir otras cosas... por otras personas. Los sentimientos son libres y no siguen normas de ninguna clase.”

2 comentarios:

  1. El dilema de comenzar las lecturas con obras clásicas y además en un castellano antiguo es un debate que hemos tenido más de una vez.

    Los profesores comentan que en la guía del Ministerio es lo que le indican. Y que NO son ellos los que tendrían que crear un hábito de lectura en los alumnos. Que estos deberían estar habituados a la lectura y que al llegar a la ESO o al Bachiller tendrían que leer a los clásicos pues es la materia de la asignatura. Y estoy de acuerdo, dentro de la asignatura se debe de dar a los grandes escritores que además son el orgullo de nuestra lengua. La lectura como entretenimiento o como una faceta importante de nuestras vidas se tiene que ir fomentando desde una edad muy temprana en los propios hogares. Y en los colegios, en esas edades tempranas, se debe reforzar. Pero si el niño no lee en casa, al principio con sus padres y luego de forma espontanea, es más difícil que ese hábito se cree en ellos. El reforzar esta tendencia deben tenerla en cuenta los padres, apoyándoles, suministrándoles libros, aconsejándoles que lecturas son las más apropiadas a cada edad y dando un sito físico en las casas a esos libros, que se vean, que estén asequibles a los niños, que se traten como un objeto muy apreciado, que se hable del valor que tienen, de su contenido y del gran placer que nos puede aportar si nos hacemos lectores.

    En el Instituto leeremos “El Buscón”, “La Celestina” e incluso “El Quijote”, ahora que se conmemora el 400 aniversario del fallecimiento de Cervantes, el 22 de Abril. Y dejaremos para otros momentos de esparcimiento otras lecturas que nos atraigan más. Pero no le tengas miedo a los grandes clásicos, pues es posible que si entras en ellos te sorprenderás muy gratamente. Ya has vencido el hándicap de los autores de nombre español. Ahora tienes que ir avanzando en ese camino de baldosas… Y cómo dice el CLÁSICO DE NOMBRE ESPAÑOL:
    Caminante, son tus huellas
    el camino y nada más;
    Caminante, no hay camino,
    se hace camino al andar…
    (Antonio Machado)

    ResponderEliminar
  2. Te voy a contar un poco lo que me está ocurriendo en estos últimos años. En nuestro Cine club de vez en cuando programamos películas que son adaptaciones de obras literarias. Y algunas de ellas son de obras maestras. Pues aprovecho para, semanas antes de proyectarlas, leer la obra en cuestión y normalmente quedo fascinado con lo que me encuentro. Te pongo varios ejemplos. “Macbeth” y “Julio César” de William Shakespeare, las leí, pues pensábamos poner la adaptación de 1948 de Orson Welles de la primera y la de 1953 de Mankiewicz de la segunda. Este ejercicio de interés al principio, pues quería llegar a entender la película en toda su extensión, y de gran satisfacción después, me hizo ver a los clásicos de otra manera. No es que no hubiera leído antes otros libros que posteriormente se pasaron a película, pero normalmente eran obras de teatro de Tennessee Williams, como “La gata sobre el tejado de zinc”, o de Arthur Miller, como “Muerte de un viajante” o “Todos eran mis hijos”, y de otros que aún no podemos considerar clásicos pero que ya tienen un lugar en la historia, como Woody Allen, su obra de teatro “Play it again, Sam” fue adaptada al cine y se llamó en España “Sueños de un seductor” y cada vez que la leo o veo la película disfruto mucho.

    Hace poco proyectamos la película “Galileo, Galilei” de 1974 del director Joseph Losey, adaptación de una obra teatral de Bertolt Brecht, la cual no la habría leído si no hubiera surgido la ocasión de proyectar la película. Ahora estoy con la lectura de “¡Vivir!” del escritor chino Yu Hua y me está gustando bastante, he llegado a ella porque pensamos proyectar la adaptación que hizo Zhang Yimou en 1994. Podría seguir con más ejemplos, como “Matar a un ruiseñor” de Harper Lee y la adaptación al cine de 1962 de Robert Mulligan, pero eso lo dejaré para cuando lo leas, que sé que lo tienes en tu lista, así como “Pigmalión” de Bernard Shaw o “Fahrenheit 451” de Ray Bradbury...

    Intentaré entonces escribirte algunos comentarios, pues es para mí un verdadero placer y orgullo hacerlo.

    Ya sé que no es un camino lógico para llegar a ciertas lecturas, pero es mi camino.

    “Caminante no hay camino…”

    ResponderEliminar